Es sorprendente que uno de los relatos de terror clásico más espeluznantes del siglo XX fuera escrito por un referente de la literatura juvenil. Gerald Durrell, autor conocido por libros cargados de humor como Mi familia y otros animales o El paquete parlante entre otros, nos regaló también La entrada, un cuento sobrecogedor en el que no faltan ninguno de las ingredientes habituales del terror gótico (el manuscrito, el noble centroeuropeo, el castillo, la noche) todos ellos aderezados de forma muy original por la inquietante amenaza de un objeto cotidiano y con un desenlace final sorprendente. La entrada forma parte, junto a El viaje inaugural, de un tríptico de cuentos publicados dentro de La excursión (que es el que da título al libro). Buscadlo en librerías, bibliotecas o formato digital. Se lee apasionadamente en una sola noche... Otra cosa es que se pueda conciliar el sueño después.
Quien quiera dedicar varios días a la absorbente lectura del género de terror puede hacerse con Otra vuelta de tuerca, de Henry James. Poco puedo añadir que no se haya dicho de este clásico del género: Una institutriz es contratada para encargarse del cuidado de dos niños en una mansión aislada. James crea una ambientación agobiante y un terror más psicológico que explícito para sugerir la delirante sospecha de que hay personas que ya no forman parte de este mundo pero aún pueden interferir en la vida de los dos niños. Recuerdo haber pasado horas leyéndolo sobre la alfombra del salón de mi casa mientras sentía la penumbra del otro lado de las habitaciones como una amenaza. Está disponible, además, en la biblioteca del centro.
Recomendación realizada por Pablo Ramírez Durán, profesor de Geografía e Historia en nuestro centro.
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